Los muertos de mi armario

En el cuento de Barba azul, se nos narra cómo el protagonista guardaba los cadáveres de sus mujeres, a las que había degollado en una habitación de su castillo, la cuál, cómo no podría ser de otra manera, mantenía cerrada con llave. Yo también tengo "dos fiambres" en mi armario,

huelen mal, apestan a podrido, les tenía bien cerraditos con llave hasta ahora, por miedo a que alguien me descubriera. Allí están, esperando a que se produzca un milagro y revivan aunque sea por ratito, el tiempo suficiente para que se vayan por su propio pie y no volverlos a ver nunca más. Hoy he decidido confesar, sacar a la luz pública mis trapos sucios. Si prácticamente todo el mundo en su vida personal ha tenido un muerto en su armario, un error del que se avergüenza, del que no quiere que nadie se entere, si hablamos de bolsa los muertos en el armario se multiplican exponencialmente. Todos hemos metido la pata en mayor o menos medida, lo importante es quedarse con la lección, una lección que por lo menos a mí me ha salido muy cara. En bolsa no te puedes hacer rico de un día para otro, ni siquiera de un año para otro. Si lo intentas probablemente perderás hasta la camisa. Alguien lo habrá conseguido, pero será uno entre diez mil,quizás entre un millón. Hay que comprar empresas de calidad, empresas que año tras año aumenten dividendo, ser constantes y pacientes, seguir comprando, y el tiempo por sí solo hará su trabajo.





Corría el año 2015, acababa de descubrir este maravilloso mundo de la bolsa. Sin experiencia ninguna, era carne de cañón pero yo no lo sabía .Leía todo lo que caía en mis manos, pero me faltaba todavía mucho por leer para enterarme un poco de cómo funciona este mundillo. El señor Mario Dragui acababa de lanzar el QE y las cotizaciones habían subido como la espuma, todo me parecía carísimo. Después de unas pocas operaciones a corto plazo, todas ellas exitosas me sentía en una nube, pensaba que había cogido el truquillo,que esto no era tan difícil pero necesitaba algo más, pegar un pelotazo bien pegado. Acababa de leer "Un paso por delante de Wall Street" y buscaba una "tenbagguer", una empresa fuertemente infravalorada por el mercado, que fuera capaz de multiplicar su cotización. Inocente de mí, ¡pero cómo puede ser tan tonto!, ¡que rabia me da cada vez que me acuerdo!. Ha llegado la hora, os presento a mis muertos:



- Pharol: a poca gente le sonará, pero si os hablo de Portugal Telecom ya os empezará a sonar. Se fusionó con una empresa de telefonía brasileña mega endeudada, OÍ. Al poco, la empresa brasileña vendió los activos de Portugal Telecom, los accionistas nos quedamos sin empresa, sólo con una participación en el capital social de Oi de alrededor del 27%. En verano del año pasado Oí entró en concurso de acreedores.

Realicé mi compra pagando 61,5 céntimos por acción y llegó a cotizar a 8 céntimos. No os podéis imaginar la sensación de entrar en tu broker, y ver en la pantalla casi un 90% de minusvalías. Afortunadamente la cotización se está recuperando, va por más de 30 céntimos. Está cercano un acuerdo para reflotar la empresa, mediante quitas de deuda. En Brasil la legislación protege a los accionistas frente a los bonistas, al contrario que en España.Veremos en qué acaba esto, tan pronto lo puedo perder todo, como lo puedo recuperar.

-E.ON: gigante alemán del sector eléctrico. Víctima de la reconversión del sistema energético alemán. Después del desastre en la central nuclear de Fukusima (Japón), la señora Merkel decidió que todas las centrales nucleares alemanas serían clausuradas antes de 2022, para más inri estas empresas tienen que hacerse cargo del desmantelamiento de las centrales  y del almacenamiento de los residuos nucleares, que debe ser carísimo. En 2016 realizó un spin off  sacando a bolsa Uniper que se ha quedado con la parte de la empresa de generación de electricidad mediante gas,petróleo y carbón, mientras que E.on se ha quedado con la parte de las energías renovables, gestión de redes y energía nuclear. El año pasado me pagó un dividendo de 50 céntimos por acción y este año, después de unas pérdidas históricas por el proceso de reconversión en el que están lo han bajado a 21 céntimos. Quizás esta empresa sea interesante a largo plazo, está ahora en horas bajas y creo que puede ser recuperable. En cambio a Pharol la voy a dar zapatilla enseguida, si se pone a tiro.

Como curiosidad os cuento que no he sido el único loco de confiar en estas empresa. Alberto Espeleosín, gestor de Abante Pangea también las lleva y Pharol es una de sus posiciones más importantes.

Si alguno se anima, nos puede dejar su comentario  de cuáles han sido sus principales errores en bolsa, las lecciones que ha aprendido de ellos y cómo ha modificado su operativa.

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