Dime con quién andas y te diré quién eres

Recientemente han sido las fiestas de mi ciudad. En contra de lo que podáis pensar (ya que los tacaños tenemos fama de amargados), no me he perdido ni una sola verbena. A mi novia le encanta la música y por verla contenta la llevo donde sea. Eso sí, sobre las dos y media o tres nos retirábamos a casa ya que tengo la mala costumbre de madrugar todos los días del año, al igual que hacen los monjes (tantas cosas en común con ellos que aveces pienso que me he equivocado de oficio). De camino a casa todos los días nos hemos cruzado con una marabunta de jóvenes ( miles y miles) que a esas horas se dirigían a la verbena después de haber realizado el correspondiente botellón (en sus manos portaban las pruebas del delito). A pesar de que la escena se repite años tras año, esta vez,  me ha dejado impresionado.


No me quiero poner moralista (evidentemente el alcohol es causa de peleas,vandalismo, comas etílicos,problemas de salud, además de ser la puerta de entrada a otro tipo de drogas no legalizadas, etc), ni rasgarme las vestiduras (evidentemente cada uno es dueño de sus actos y por ello debe también apechugar con sus consecuencias). Creo que casi todos de joven hemos hecho lo mismo. Lo que me gustaría comentar es el comportamiento profundamente gregario del ser humano.



Creo que es inherente al hombre, el sentirse integrado dentro de su círculo social. Quizás es más patente este comportamiento cuando somos jóvenes, pero creo que es algo que nos acompaña toda la vida. Cientos y cientos de cosas que nos condicionan nuestra forma de pensar y nuestra forma de actuar. El miedo a ser criticados, a ser señalados con el dedo, a sentirnos excluidos, hace que veces nos veamos arrastrados por nuestro entorno. Dicho de otra manera en vez de comportarnos como una persona autónoma, adulta, independiente lo hacemos de una manera más propia que la de un animal lanar.

En 1951 el psicólogo norteamericano Salomon Asch realizó un experimento con el que quería demostrar cómo el ser humano es capaz de cambiar de comportamiento, opinión y actitud con el fin de encajar dentro de un grupo.



En el experimento participaron unos estudiantes y aparentemente consistía en una “prueba de visión”. Todos los participantes del experimento excepto uno, eran cómplices de Salomon Asch. El verdadero motivo del experimento consistía en ver cómo la persona a estudio reaccionaba frente al comportamiento de los cómplices (si mantenía su propio criterio o se sometía a las presiones de grupo aunque fueran contrarias a la realidad.




Posteriormente, en 1962, el mismo psicólogo, Salomon Asch realizó un nuevo experimento en colaboración con un programa de cámara oculta estadounidense para demostrar que en gran número de ocasiones las personas perdemos nuestra individualidad para no quedar mal socialmente. Dejo el el vídeo con el mismo.




Actualmente estoy leyendo 1984 de George Orwell, obra maestra imprescindible que recomiendo leer encarecidamente, en la que dibuja una sociedad donde la manipulación mediática y el control de las mentes de los ciudadanos llegan a niveles extremos, pero pensándolo bien no está lejos dela sociedad actual

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4 comentarios:

  1. Hola Ebenezer:

    Curioso pero real, así es la sociedad. Hace unos días hice un curso en Francia en GE, el caso es que el raro era yo que iba a mi bola. Al principio me daba un poco palo, pero ya cada vez estoy más convencido de que es el camino correcto, al final uno tiene que buscar la felicidad. Para la próxima ocasión voy a andar todavía más a mi bola. Se dice que más vale solo que mal acompañado, pero yo digo, que mejor solo, salvo que vayas bien acompañado.

    Un saludo y a ver, no me vayas a fastidiar el negocio de Diageo, que espero cobrar dividendo creciente en octubre. A disfrutar del verano.

    Gorka

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  2. Hola Gorka, un placer saludarte. Como me decía mi abuela de pequeño hay que juntarse con gente lista de la que se puede aprender algo, que para tonto ya estoy yo. Como bien dices da un poco de palo ir contracorriente, pero al fin y al cabo hay que pensar que sólo se vive una vez.
    Por lo de Diageo no te preocupes, el vicio es el vicio y siempre será el vicio y los magníficos resultados que ha publicado hace poco así lo atestiguan.Disfruta de las vacaciones que te lo mereces.

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  3. Hola de nuevo Scrooge,

    cuando termines el de 1984, si te ha gustado el tema, sigues con La naranja mecánica y con Un mundo feliz. A ver cómo llevas la cabeza después de todo eso.

    Saludetes mañaneros.
    Pepe.

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  4. Hola Pepe, no sabes la ilusión que me hace ver a un viejo amigo por aquí!. La verdad que no conocía el libro Un mundo feliz, pero he echado un vistazo al argumento y tiene muy buena pinta. Creo que me voy poner con él. La verdad es que nose que va ser de mi leyendo tanta literatura de ciencia ficción acerca de sociedades comunistas. Una de dos: o me da un jamacuco o directamente me presento a secretario general de Podemos.
    Un saludo y encantado de hablar contigo!

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